--Triste pesadilla--
Y el cielo se torna en tono oscuro,
el gélido viento sopla fuerte
un solo conjuro
y esa casa se levanta.
El cielo como un manto estrellado sobre una colina
fría y ancha.
Y un niño que abre su puerta,
cunierto con una gran manta
color ceniza.
Delante suya, unas escaleras,
se cristalizan
se elevan hasta un punto,
que se aleja de su vista.
El niño camina detrás de su vaho,
avanza como algo oscuro y humano.
La estancia carece de muebles,
todo esta abandonado.
Se siente señalado,
por los cuadros que le observan
silenciosos.
Escucha un grito armonioso,
sube las escaleras presa del pánico.
Y en la cima, su madre le mira
con luz y llanto
baja su cabeza, se arrodilla.
El inca en el suelo su rodilla,
le acaricia su mejilla.
Se le escapa una lágrima,
la mujer se siente vencida.
Le suplica que se marche,
el niega
le pide que se valla
el no se aleja de ella.
Lloran, juntos, sobre la escalera.
Su madre se debilita,
ve en su cuerpo golpes y tiritas...
Entonces aparece ese hombre,
culpable de la escena.
El niño protege a su madre,
el hombre le pega.
El pequeño cierra los ojos,
incapaz de ver,
presa del enojo.
Escucha los gritos de su madre
los golpes dirigidos
de un hombre llamado padre.
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((¡tic,tac!))
Y despierta,
de su pesadilla.
Baja, abraza a su madre en la cocina,
no dejará que nunca
se repita la escena.
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