II
Fuego que suavemente me quema
!Ay!...maldita gangrena.
porque nos sentimos mejor
hundidos en mantas de franela
que plasman cámbax de acuarela.
Sé que una mano nocturna mece mi cama,
se crece y desaparece
tras mi alma que adormece
la fragua de mi llama.
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